Yo exhalo, mientras, tú me inhalas
Yo inhalo e inspiro tu exhalación
Tú entras en mí, yo entro en ti.
Encontremos nuestro ritmo,
la danza de nuestra respiración compartida
Este es el secreto de la sintonización
(para la comunicación verdadera)
1 de octubre de 2012
Siete pasos para interaccionar:
1 .Relajarme
El punto de partida lo tenemos en nuestro bienestar, en un estado de relajación y de apertura. Existen muchos métodos para relajarnos, pero en todos la puerta la encontramos en la respiración. No hace falta respirar de una manera forzada, simplemente de aquella que surja naturalmente, siendo conscientes de cada exhalación y de cada inhalación.
- Enfocar mi atención
En un estado relajado, entonces dirijo mi atención al ser con el que deseo interaccionar. ¿Aquel árbol? ¿Ese arbusto? Me dirijo entonces a él, prestándole toda mi atención.
3.Esperar a que la sintonización suceda. Con mente y emociones en calma.
Manteniéndome en un estado relajado y con consciencia de mi respiración, espero a que la sintonización suceda. Es importante que la mente sea un lago en calma, así como mis emociones. Con ideas preconcebidas muy presentes, un estado agitado de enfado o tristeza, por ejemplo, se dificulta la sintonización.
4.Percepción (observar, escuchar, sentir, tocar, gustar…)
Cuando la sintonización acontece la percepción se amplía. Percibimos matices que no serían evidentes sin el estado de apertura mutua que se produce con la sintonización. Podemos dejarnos guiar por nuestro instinto: acercarnos más o menos, mirar globalmente o el detalle, tocar, oler…Dejamos espacios entre cada percepción. Nosotros también estamos siendo percibidos, “respirados”. Si me muestro cerrado, percibo cerrado. Si muestro apertura, percibiré apertura.
5.Despedida
En función del nivel de presencia, apertura e intensidad, podremos permanecer en relación más o menos tiempo. Una vez que sintamos que el contacto toca a su fin, nos despedimos.
6.Elaboración
En el encuentro han sucedido un montón de cosas, de algunas habremos sido conscientes en el momento, de muchas otras no nos habremos dado cuenta. Es necesario dejar un periodo de tiempo, de dos o tres días, para que todos los matices de la experiencia reposen y se revelen. El proceso que hemos comenzado en nuestra realidad externa, ahora continúa en nuestro mundo interior.
El árbol del jardín que hemos observado pasa ahora a cobrar vida en mi “jardín interior”. En este lugar, al que cada uno tiene acceso a través de los momentos de ensoñación o de sueño, podremos encontrarnos con sorpresas que se han derivado de nuestro encuentro. Es preciso dejar que esta elaboración se complete y facilitarla. Si necesitamos descansar o dormir, hagámoslo.
7.Expresión
Llega un momento, que sentimos que no podemos contener más lo elaborado, y nos surge una necesidad de sacarlo expresándolo. Podemos volcarlo en forma de palabras, con colores, con música, según nuestros recursos creativos. Es nuestra manera de corresponder, de ofrecer nuestro regalo al otro ser. Así alimentamos la comunicación, y el ciclo vuelve a empezar