Comunicación Innátur
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Los primeros frutos

Unidad 4 Módulo 2

Los primeros frutos de mi proceso llegaron cuando me di cuenta de que las plantas comenzaban a responderme.

Recuerdo con muchísimo cariño a mi planta de orquídea. Me la habían regalado y después de que perdiera sus flores, pasó conmigo unos tres años con sus hojas verdes. Recuerdo que un día de repente me di cuenta de que había echado un tallo nuevo con unas yemitas que al principio pensé que eran de nuevas hojas. Resultó que a las pocas semanas la orquídea ¡me regaló tres flores blancas espectaculares!

Por esa época, también fui consciente de mi primera comunicación con la Higuera que vive en nuestro patio. Recuerdo que me surgieron las dudas de si eso que escuché en mi cabeza lo había creado mi mente, o por el contrario había sido real. Pude preguntárselo a Raquel Cachafeiro, y ella me ayudó a distinguir y comprender que la experiencia había sido una comunicación verdadera.

Aprender de alguien con experiencia me ayudó a creer en la posibilidad de la comunicación entre seres aparentemente tan distintos, como los humanos y las plantas. Me abrió la mente para conectar a ese nivel y me dio pautas para comenzar.

Por otro lado, también es bueno evitar comparaciones y darse cuenta de que cada persona tiene su propia manera para conectar y su propio ritmo e historia.

Por ejemplo, durante mucho tiempo mantuve la idea de que para conectar con las plantas era necesario observarlas físicamente, y además, pasar bastante tiempo haciéndolo. Todavía no era tan consciente de la dimensión espiritual de las plantas.

En 2017 sin embargo empecé a cuestionar esta idea. Ocurrió cuando una alumna de un certificado de jardinería me envió la foto de un castaño y me pidió que conectara con él para averiguar si podíamos ayudarle con un tipo de avispa que había parasitado sus yemas. No estaba acostumbrada a conectar así, pero respondí a ese reto con mente abierta, y apoyándome en experiencias que había vivido anteriormente, lo logré. No sólo conecté desde casa con el árbol, también lo hice con el insecto.

Con el tiempo, y con más casos que me han ido surgiendo, he descubierto que este modo de conexión intuitiva se me da con más facilidad que la que podía pensar. No considero que sea algo para principiantes, la verdad, pero tampoco te quiero limitar, sólo quería mostrarte hasta dónde he podido llegar, y que el camino es muy personal.

Resulta que no sólo podemos comunicar con las plantas, también podemos hacerlo con otros seres que pertenecen a un determinado ecosistema. Y lo que surge de la relación y la comunicación, puede beneficiar a todos los que participan en ella. Descubrir que el mundo está vivo y que tiene inteligencia. Esto en verdad no es algo nuevo, ya que corrientes como el animismo, el vitalismo o las tradiciones indígenas que conectan directamente con los espíritus de la naturaleza, son bien antiguas.

En cuanto a trucos prácticos, hay una herramienta que considero muy útil en cualquier etapa del proceso, tanto si eres principiante o practicante más avanzado.

Para tomar consciencia, tanto de lo que iba sintiendo en cada interacción, como de los aprendizajes, siempre me ha ayudado tener un diario.

Escribir me conecta con mi ser y es una manera muy al alcance de casi todo el mundo para expresar lo vivido en cada interacción. Esta es una clave que creo que te puede ayudar.

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