La llegada de la Navidad despierta en mí sentimientos muy diversos, algunos encontrados…Por un lado, me conecta con mi infancia, con esa ilusión, con las luces, las bolas de colores…Por otro lado, a menudo con sentimientos de pesar por los excesos, de comida, de gastos, de sinrazón…
Este año, en este momento, que en definitiva es el que estoy viviendo AHORA, estoy dispuesta a soltar los viejos patrones que no me sirven y aprovechar estos últimos días del año a hacer recuento de lo vivido y sentar las bases del próximo año.
Este otoño nació este proyecto y va creciendo poquito a poquito. A veces me da la sensación de que no se nota, pero es que ahora entiendo que es como la semilla, que germina y echa las primeras raicillas bajo tierra. El primer crecimiento no se ve. Es lo que ocurre especialmente en invierno, que es la estación que acabamos de inaugurar. Es una estación de máximo recogimiento, de las noches más largas. Disfrutemos de este maravilloso invierno, de estas navidades especiales. Aprovechemos este tiempo para conectar con nosotr@s mism@s, con nuestra lucecita interna, que es como una estrella en la noche invernal. Y no nos preocupemos…la primavera llegará. Pero eso será otro día.