Sensibilidad, Naturaleza y Bienestar
Sensibilidad, Naturaleza y Bienestar

Qué es la interacción y cómo aplicarla

– «¿De qué manera puedo integrar la interacción consciente en mi vida?  No lo sé bien.»

Me lo escribió en un correo una persona de la comunidad,  que escuchó la Masterclass acerca de «Como comenzar la Interacción Consciente», y que comenzó el ejercicio de las 19 preguntas poderosas. Hoy quiero aportar algo de luz para encontrar respuestas a esa pregunta.

Es complicado tratar de integrar algo que no sé realmente qué es, que no termino de comprender. Por ello, voy a comenzar explorando qué es la interacción con la naturaleza para después dar algunas pistas sobre cómo aplicarla.

Llegando a una definición de Interacción

Cuando comencé en el camino de investigar acerca de la interacción, intenté encontrar su significado. Busqué en el diccionario de la RAE y, la verdad, la definición que encontré no me ayudó demasiado a situar lo que estaba buscando, acerca de la relación con la naturaleza y las plantas ( en su primera acepción dice esto: f. Acción que se ejerce recíprocamente entre dos o más objetos, agentes, fuerzas, funciones, etc).

Si buscamos en internet, la definición que presenta Google introduce otros matices: “Acción, relación o influencia recíproca entre dos o más personas o cosas”.

Para encontrar la relación con la comunicación, tenemos que buscar en la lengua inglesa:

Interact: (según el Oxford Advanced Learner´s Dictionary of Current English. 6th Edition)

  1. to communicate with sb, especially while you work, play or spend time with them (comunicar con alguien, especialmente mientras trabajas, juegas o pasas tiempo con él/ella)
  2. if one thing interacts with another, or if two things interact, the two things have an effect on each other (si una cosa interacciona con otra, o si dos cosas interaccionan, las dos tienen un efecto la una sobre la otra).

En cualquiera de esta definiciones, no aparecen las plantas (salvo que las consideráramos cosas, que ya sabemos que no son), o seres de la naturaleza como tales.

En ciencias naturales sí se estudian las interacciones biológicas, refiriéndose a las relaciones entre los organismos de una comunidad biológica, dentro de un ecosistema. Y se describen diversos tipos

La manera en que el ser humano se ha relacionado con los demás seres, se ha basado más en interacciones de competencia, depredación y parasitismo, que en relaciones de mutualismo, facilitación o cooperación.

Para evolucionar en ese sentido, tenemos como maestra a la propia naturaleza (ver ejemplos de mutualismo)

Inspirada en esas posibilidades de evolución, ha llegado el momento en que aporte mi propia definición de interacción aplicada a la naturaleza y las plantas:

Definición de Interacción (con la naturaleza):

Es un tipo de relación que tiene el ser humano con los seres de la naturaleza, de respeto e influencia recíproca, que contempla la posibilidad de que exista una comunicación e intercambio de información y energía, que puedan tener un efecto beneficioso o servir para colaborar o cooperar para el bien común y el equilibrio mutuo, de los ecosistemas y el planeta.

La interacción implica el desarrollo de la consciencia y un cambio de paradigma. Practicándola acabamos aprendiendo que todo lo que existe está vivo y que hay un campo de energía que nos conecta a todos. Cobra de nuevo significado una visión de la realidad y de las relaciones entre los seres que sea animista, vitalista, energética, multidimensional y ecológica.

En esta interacción, de influencia benéfica mutua, ¿qué nos aporta la naturaleza? ¿qué podemos aportar los seres humanos?

La naturaleza nos ofrece cobijo, alimentos, materias primas, belleza, inspiración, equilibrio…Los beneficios de nuestra relación con ella pueden ser ellos solos objeto de otra publicación.

Voy a centrarme hoy en lo que como personas conscientes podemos aportar, de forma que se nos ocurran manera de aplicarlo en el día a día.

Maneras de integrar la interacción consciente en tu vida

Podemos aplicar la interacción consciente en nuestra vida, aumentando las posibilidades de relacionarnos con la naturaleza y sus seres teniendo en cuenta lo que podemos hacer por ella, por ejemplo:

1. Tratar con respeto y consideración.

El respeto es un valor que nos permite reconocer, aceptar, apreciar y valorar las cualidades y los derechos de los seres de la naturaleza. Prueba a aplicarlo pidiendo permiso antes de coger una flor o de tumbarte en el césped. En mi experiencia, raramente he percibido un no después de pedir permiso a una planta, suelen ser muy generosas. Realmente creo que el respeto abre puertas.

2. Prestar atención y cuidado

¿Cuántas veces has pasado por la misma calle, sin ni siquiera darte cuenta de que esos árboles estaban ahí? ¿Te has dado cuenta de que tu planta necesita agua? ¿Cuánto hace que no cambias el sustrato de su maceta? Podemos comenzar la interacción con las plantas, prestando atención a su presencia. Podemos continuar observándolas. En esa observación encontraremos claves para cuidarlas. Sí, cultivar plantas, un huerto en el balcón o al aire libre, son maneras de integrar la interacción en tu vida.

3. Honrar y agradecer

La naturaleza, las plantas, los animales, los minerales, el agua, el aire…¡cuántos recursos nos ofrecen! Cobijo, alimento, tejidos para vestirnos, medicinas, bebida para calmar la sed, compañía, oxígeno para respirar…Esto es sólo una pequeña muestra de lo que nos dan. ¿No se merecen acaso que honremos a todos estos seres y mostremos de corazón nuestro agradecimiento?

4. Empatizar: ponerte en “su punto de vista”

La empatía es una habilidad que solemos poner en práctica más entre seres humanos, incluso con algunos a veces nos cuesta…En la interacción consciente nos permitimos ir más allá, y abrimos la mente a ponernos en el punto de vista de seres vivos que a priori son muy diferentes. Es un ejercicio muy potente, y sorprendente. Practicándolo, a veces nos damos cuenta de que quizá las necesidades de la planta, por ejemplo, son algo diferentes a como lo había pensado como humana.

5. Comunicar

Cuando comenzamos la interacción consciente, con una planta, o con otros seres de la naturaleza, abriendo nuestros sentidos, y con la idea de que son seres inteligentes, con su propia esencia y energía, abrimos la puerta a la comunicación con ellos. Todos los seres estamos continuamente emitiendo energía e información, que puede ser captada y recibida por otros seres, independientemente de su naturaleza o condición. El entrenamiento en la interacción consciente está, primero, en abrirse a la posibilidad, y después, en afinar los sentidos de la percepción, calmar la mente y abrir el corazón, descubrir nuestros canales preferentes, y poco a poco, aprender el lenguaje y el sentido de lo que percibimos.

6.Ayudar a crecer y sanar (colaborar)

Cuando logramos una conexión tal con estos seres que no hablan por la boca, pero sí comunican, podemos llegar a captar lo que realmente necesitan para crecer, para prosperar, para sanar en caso de que exista un desequilibrio. Cuando ponemos en práctica los puntos anteriores, podemos también recibir ayuda para nosotros mismos, que puede llegar de diferentes maneras (inspiración, armonización, sanación…). La interacción puede convertirse así en una relación de doble dirección, en que ambos seres se benefician. Es posible también aplicar la práctica de la interacción en ecosistemas, de forma que el ser humano actúe como mediador entre otros seres que en algún momento han perdido el equilibrio. Mira el trabajo de Dr. Jim y Basia Alexander en sus Eco Peace Treaties.

7. Proteger y defender

Cuando tu relación con la naturaleza se ha hecho tan profunda, sale del corazón querer protegerla, y defenderla. Son muchas las amenazas: cambio climático, incendios, deforestación, contaminación, comercio ilegal de especies en peligro de extinción, la avaricia desmedida de algunos seres humanos…Ante ellas, podemos convertirnos en seres humanos responsables, empoderados, que cuidan y defienden el medio y los seres que viven en él. Cada uno podemos encontrar maneras diferentes de hacerlo.

8. Bendecir

Se trata de una de las capacidades que tenemos como seres humanos. Sandra Ingerman, referente en la práctica del chamanismo, lo describe como una de las habilidades chamánicas más poderosas, que cada persona tenemos desde que nacemos. No se reduce simplemente a lo que nos enseñaron al bendecir la comida. Según Ingerman, “bendecir es el acto en que reconocemos que el flujo del Ser, o Espíritu, se está manifestando a través de lo que presenciamos o experimentamos. Bendecir significa que tomas consciencia de que estás vivo y que el Espíritu fluye a través de ti”. Se trata de las palabras y actos que el chamán utiliza para ayudar a sanar. Sin que tengas que considerarte un chamán, ¿qué te impide dar tus buenos deseos a tu amigo árbol, a ese paisaje que amas, a tu compañero/a?

9. Crear

La creatividad es una de las cualidades inherentemente humanas. Podemos utilizar esta capacidad para imaginar y sostener la visión de un mundo más armónico y colaborativo entre seres, creando soluciones nuevas que respondan a las verdaderas necesidades de la naturaleza y sus seres.

Después de esta lectura, quizá te hayan surgido nuevas ideas. Ahora te pregunto de nuevo:

¿Cómo vas a integrar la interacción en tu vida?

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