Sensibilidad, Naturaleza y Bienestar
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Mi mente es una selva – A Rainforest Mind

Mi mente es una selva y quizá la tuya también

Si me vienes leyendo desde hace un tiempo, sabrás que en mi proceso de autoconocimiento me he ido encontrando con algunos rasgos que identifiqué en mí, y después en las personas que os acercáis y trabajáis conmigo.

Primero fue la alta sensibilidad, después la multipotencialidad, más recientemente la alta empatía.

Y este verano, el concepto de Paula Prober, de las personas con rainforest mind, que podríamos traducir como mente de selva tropical y que voy a llamar “mente-selva” para abreviar. Vino de la mano de un libro que me recomendó mi hermana Lucía, a enriquecer mi puzzle y traerme mayor comprensión.

Mi curiosidad me llevó a devorar los dos que tiene escritos, que puedes ver debajo, y ahora a compartirlo contigo.

Paula Prober es una psicoterapeuta norteamericana que lleva más de 35 años trabajando con personas con altas capacidades y superdotadas, en el ámbito educativo primero y más adelante, como consultora atendiendo a adultos y jóvenes.

Cuando trabajaba en la escuela pública empezó a utilizar la analogía de la selva tropical para explicar a padres y profesores las características de sus alumnos. Hay cierta controversia en torno a los conceptos de las altas capacidades y la superdotación, esto daría para escribir páginas sobre ello. Entonces Paula Prober encontró que con la metáfora de la mente-selva podría honrar a todos sus alumnos y apreciar sus diferencias.

La mente-selva (rainforest mind)

Ella lo explica así: si piensas en las personas como ecosistemas, puedes ver a algunas como praderas, otras como desiertos, otras como montañas, y algunas como selvas tropicales. Todos los ecosistemas son hermosos y valiosos contribuyendo al conjunto, solo que las selvas son particularmente complejas. Con múltiples capas, altamente sensibles, intensas, llenas de color, de matices, frágiles, abrumadoras y también incomprendidas.

El término rainforest mind abarca más que la parte cognitiva, el pensar y el cerebro. Incluye también el cuerpo, el corazón, el alma y el espíritu. Este enfoque holístico me gusta.

Según el trabajo de la autora las personas con mente-selva son muy diversas y con diferentes matices, pero hay algunas características que se suelen repetir.

Suelen ser sensibles, empáticas, intensas, complejas, curiosas, con múltiples intereses y talentos, con un pensamiento profundo, un mundo interior rico, creativas, inteligentes y socialmente conscientes.

Pero no todo es hermoso. También pueden sufrir porque su cabeza no para, por ansiedad, por la dificultad a la hora de decidir, por perfeccionismo, por procrastinar, por sentirse solas o por no cumplir con el brillo que se espera de ellas. Por nombrar algunos de sus posibles problemas.

En sus dos libros la autora describe diferentes casos, características y situaciones que viven las personas con mente selva y he podido sentirme identificada con muchas de ellas.

Fuente: https://pixnio.com/es/paisajes/bosque/selva-tropical-hoja-naturaleza-selva-ambiente-arbol#

Algunos problemas que pueden tener las mentes-selva

En este artículo voy a realizar una síntesis, con el ánimo de ofrecerte autoconocimiento. Si deseas profundizar te sugiero ir a los textos de la autora, que están llenos de ejemplos y recomendaciones.

Estas son algunas de las vivencias de las mentes-selva:

  1. No reconocen su brillo
  2. Son altamente sensibles, empáticas e intensas
  3. Tienen muchas preocupaciones y dudas
  4. Conviven con múltiples contradicciones
  5. Pueden sufrir por sus múltiples talentos
  6. Perfeccionismo, miedo al fracaso y la procrastinación
  7. Se sienten solas
  8. Responsables del Mundo

A continuación voy a desarrollar un poco cada uno de estos puntos.

1.No reconocen su brillo

Según la experiencia de la autora, no suelen reconocer sus altas capacidades o sentirse especialmente dotadas o a gusto con la etiqueta.

Quiero aclarar aquí, que la autora describe un tipo especial de superdotación con la metáfora de rainforest mind: no todas las personas superdotadas encajan en las características de la mente-selva, pero sí todas las mentes-selva lo son según su experiencia.

Sólo que tienen dificultades para reconocerlo en sí mismas, por muchas causas y razones. Además de la historia personal de cada una, influyen los mitos y malentendidos en torno a las características de las personas más brillantes en esta falta de reconocimiento y aceptación. Podemos sumar a esto que la identificación de las altas capacidades ha estado tradicionalmente muy centrada en test de inteligencia y en el cociente intelectual, con criterios que además, en el caso de España, varían entre comunidades autónomas.

Con la analogía de la mente-selva, según la autora, muchas personas comprenden su singularidad y se abren a reconocer y abrazar su brillo.

Es importante este reconocimiento, para encontrar la propia voz, aceptación y contribución. El mundo necesita sensibilidad, creatividad, inteligencia y pasión tanto como necesitamos la selva amazónica para respirar.

2.Son altamente sensibles, empáticas e intensas

El mundo de la mente-selva suele ser intenso. Con una vida interior rica e imaginativa. Con una percepción sensorial aumentada: sonidos, texturas, olores, colores, sabores, todos cobran mayor intensidad, y llegan en muchos casos a abrumar. También esto permite percibir sutilezas y conectar con los estados emocionales de las personas con las que se relacionan. La empatía puede ser parte de una capacidad intuitiva que puede traer confusión cuando hemos sido educados en un ambiente más racional. Todo esto es un regalo que se puede disfrutar aprendiendo a poner límites, a manejar la sobreexcitación y confiar en la intuición.

3.Tienen muchas preocupaciones y dudas

Ser extra sensible, consciente y creativo puede suponer un terreno abonado para la preocupación y la duda. Cuanto más sabes, tienes más factores por los que preocuparte. Una mente que no para de pensar en posibilidades, a las que se suman las sutilezas extra que se pueden llegar a percibir. Cuando ves como todo está conectado y tienes una mente creativa, es fácil imaginar escenarios desastrosos. También soluciones, afortunadamente. En cualquier caso, el sistema nervioso de las mentes-selva puede activarse fácilmente y pueden experimentar estados de ansiedad.

4.Conviven con múltiples contradicciones

La mente-selva puede sentirse inteligente y tonta al mismo tiempo. Abrumada y decepcionada. Con miedo al éxito y al fracaso, a perder y ganar, a la crítica y al halago, a la mediocridad y la excelencia, a encajar y no encajar, a ser normal y no ser normal.

5.Pueden sufrir por sus múltiples talentos

Las mente-selva tienen a menudo curiosidad por muchos temas y muchas habilidades diferentes. Esto que se llama multipotencialidad, puede traerles de cabeza en un mundo en el que se prima la especialización y el encontrar una vocación para toda la vida.

Cuando te dicen en el instituto que puedes ser lo que quieras, estudiar cualquier carrera de ciencias o letras, más que sentirse con suerte, una mente-selva puede verse abrumada, confusa, y paralizada a la hora de decidir qué camino profesional tomar. Puede iniciar una sucesión de trabajos en los que no se queda mucho tiempo, cuando su mente creativa no soporta la rutina y la repetición. Y explorar en diferentes ámbitos o materias, una detrás de otra, o a la vez. Esto puede llegar, de nuevo, a abrumar y a la sensación de no encajar en ningún lugar.

Comprender que no hay porqué limitarse con un solo trabajo o carrera profesional y aprender a honrar e integrar los caminos recorridos, son algunas claves para empezar a disfrutar de los múltiples talentos.

6.Perfeccionismo, miedo al fracaso y la procrastinación

La presión por ser inteligente y alcanzar resultados puede surgir en la infancia. Quizá con dos añitos ya te decían lo increíble que eres, en primaria, qué buenas notas sacabas y empezaste a interiorizar que para ser amado y aceptado debías tener buenos resultados, hacerlo todo muy bien. Aquí una semilla para el perfeccionismo.

Si el aprendizaje sucede fácilmente en la infancia, puedes llegar a pensar que cuando esto no ocurra así, lo cual es normal en la universidad, ya que requiere cierto esfuerzo, que no eres tan inteligente, sino más bien una especie de fracaso o fraude.

Puedes empezar a evitar actividades o situaciones en las que no tengas el éxito garantizado. O dejar las cosas para el último minuto, así, si el resultado no es genial, tienes la excusa de no haber tenido tiempo.

No es fácil vivir con toda esta presión y la ansiedad que puede generar. Ser capaz de verlo, aceptar que el valor como ser humano no depende de los resultados ni de la inteligencia y aprender a canalizar el perfeccionismo de una manera saludable, son algunas claves para llevarlo mejor.

7.Responsables del Mundo

Las mentes-selva a menudo crecen con un sentido de la responsabilidad por crear un mundo mejor o un deseo genuino por contribuir. Puede venir acompañada por una gran conciencia social o medioambiental. Y el deseo por hacer algo positivo puede llegar a añadir aún más presión y el peso de la responsabilidad. Comprender que no somos responsables de toda la humanidad y que podemos poner límites, pueden aliviarlo.

8.Sentirse solas

No es tan fácil encontrar otras personas que compartan y comprendan los niveles de complejidad, sensibilidad e intensidad de las mentes-selva. Que les sigan en su creatividad desbordante, en sus ideas, en sus intereses. Esto significa que a menudo se sienten solas, que cueste encontrar amistades o parejas para entablar relaciones.

La buena noticia es que las hay, aunque lo normal es que tengamos que salir a buscarlas.

¿Serás tú una de ellas?

¿Te ves reflejada en la mente-selva?

Cuando era pequeña uno de los cuentos que miraba una y otra vez era el del Patito feo.

Leer los libros de Paula Prober y verme reflejada en las características de la mente-selva, lo he sentido de alguna manera, como encontrar mi tribu de cisnes. Con su belleza, complejidad y contradicciones.

Soy consciente de que cualquier rasgo no deja de ser eso solamente, y que no llega a describir la complejidad del alma humana y puede pecar de generalizar.

Sin embargo, esta perspectiva de la mente-selva me ha ayudado a comprender de otra manera cómo he llegado hasta aquí, con mi trabajo en Cultivándome.

El anhelo por contribuir a un mundo con más armonía. La canalización de mi sensibilidad y empatía con mi relación especial con la naturaleza y los árboles. La necesidad imperiosa de comunicar de forma bella y bien (y si no, mejor no hacerlo). El camino tortuoso a veces, integrando a la ingeniera, con mi faceta intuitiva.

La dificultad de elegir solo una formación, o servicio al mismo tiempo. La aceptación poco a poco de mis facetas artísticas, y la necesidad de ordenar las cosas y los pensamientos, con método y estructura.

Los regalos y los desafíos.

Quizá también te reconozcas en parte, o bastante, en la mente-selva.

Me encantaría que me contaras. Y hacer bosque.

La autora ofrece una batería de preguntas, a modo de test totalmente sin base científica, pero que puede darte una idea. Quizá tengas curiosidad y quieras que comparta más sobre ello.

Puedes escribirme si lo deseas a anaelhervas@gmail.com

Algunos recursos:

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